INVERNADERO DE ARGANZUELA
Se trata del mayor invernadero de nuestra ciudad, y nos ofrece un abanico de posibilidades para acercarnos al estudio de tres de los ecosistemas típicos de otras tantas regiones climáticas representativas de nuestro planeta, y que por su lejanía con nuestra latitud, son poco conocidas.
Cada uno de los cuatro pabellones está dedicado a la exhibición de plantas de distintas regiones climáticas: dos dedicados a plantas de clima tropical, uno a clima subtropical y otro a plantas de clima desértico.
Los orígenes del invernadero de la Arganzuela: El matadero.
Este edificio formaba parte del complejo de edificios del antiguo Matadero y mercado Municipal de ganados de Madrid diseñado por el arquitecto Luis Bellido. Se construyo en el periodo comprendido entre los años 1910-1925, ocupando una extensión de 16´5 hectáreas. Se trata de unas instalaciones muy modernas para su época, de estilo Neomudejar, que forman una mini-ciudad con todo tipo de instalaciones destinadas a cubrir las necesidades del Matadero. Posee además de las naves de estabulación de los distintos tipos de animales, salas de sacrificio, despiece, secado de pieles, laboratorio; incluso un servicio de bomberos propio.
La elección del lugar de construcción del matadero se basa en dos características: cercanía al anillo ferroviario que unía las principales estaciones, y lejanía de los lugares poblados, ya que la ciudad en aquellos años todavía no se había extendido hasta aquella zona.
El desarrollo de la ciudad hace que en poco tiempo el Matadero quede englobado dentro de ella, surgiendo los consiguientes inconvenientes de atascos por el volumen de tráfico que generaba, así como problemas sanitarios derivados principalmente de los residuos y malos olores que produce. Por estos motivos, a partir del año 1973, se va cerrando progresivamente hasta 1996, año en el que cierra definitivamente la última instalación.
Debido al progresivo deterioro que sufren las instalaciones, el Ayuntamiento de Madrid decide en 1992 reconvertirlas y darles un nuevo uso.
De este modo las antiguas oficinas del Matadero se convierten en la sede de la junta Municipal del distrito de la Arganzuela, la Nave de Terneras pasa a ser un centro cultural para la Fachada principal del invernadero de Arganzuela tercera edad, y la denominada Nave de Patatas se convierte en el Invernadero del Palacio de Cristal de la Arganzuela. En la actualidad y bajo el nombre de Matadero-Madrid, las antiguas naves se han reconvertido en un gran centro cultural donde se puede acudir a diversas exposiciones en las salas destinadas a ello, oír conciertos en la Nave de Música, leer en la Casa del Lector, ver cine en la Cineteca o teatro en las Naves del Español; entre otras opciones culturales.
El Palacio de Cristal de la Arganzuela
El uso que se daba a este edificio en el antiguo Matadero era la de almacenar hortalizas destinadas a la alimentación de los animales que pasaban por estas instalaciones. Se la conocía como la Nave de Patatas debido a ser esta la hortaliza más barata y por consiguiente el alimento más abundante que se almacenaba en esta nave. En 1992 después de años de abandono, pasa a depender del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid y es reconvertido en invernadero de exhibición de plantas, respetándose la estructura de acero roblonado que poseía la nave, siendo este edificio uno de los pocos ejemplos que van quedando en nuestra ciudad de la denominada Arquitectura del Hierro.
Desarrollo y éxito de la denominada arquitectura del hierro
El desarrollo de este tipo de arquitectura va unido a la Revolución Industrial.
Palacio de Cristal del Retiro
El uso de carbón vegetal en vez de carbón mineral para la elaboración de hierro fundido, produce un nuevo material más duro e inflexible a la vez que resistente. Este nuevo tipo de hierro puede ser fundido introduciendo en él adornos y motivos decorativos, dando así a la estructura un aspecto más bello e integrable arquitectónicamente.
Este nuevo material empieza a utilizarse en puentes y en todas aquellas estructuras de carácter civil que requieran de grandes espacios diáfanos sin pilares que estorben, como pueden ser: mercados, fábricas, estaciones de ferrocarril, invernaderos, etc.
El éxito y la proyección de este nuevo material se produce en la Exposición Universal de Londres de 1851, con el invernadero de Joseph Paston: el Cristal Palace, edificio construido con piezas
desmontables fabricadas en serie que
permitían el montaje y desmontaje del invernadero y su traslado a otro lugar. Además las piezas estaban bellamente decoradas demostrando que se podían hacer bonitas estructuras de hierro.
En Madrid existen numerosos ejemplos representativos de este tipo de arquitectura como son: el mercado de San Miguel (1915), Palacio de Velázquez del Retiro (1883), Palacio de Cristal del Retiro (1887), Estación de Delicias (1880), Estación de Atocha (1888), Estación del Norte (1882), y como no el invernadero de la Arganzuela.
Estación de Delicias
La construcción de hierro más antigua de nuestra ciudad (1830) lo constituye un pequeño puente sobre la ría situado en el jardín del Capricho de la Alameda de Osuna. Otras estructuras de Hierro ya desaparecidas son: el antiguo mercado de la Cebada fabricado en las factorías de Gustav Eiffel, el mercado de los Mostenses, el antiguo Viaducto, el Circo Price…
La reconversión de la antigua nave de patatas en un moderno invernadero se basó no solo en el cambio de los materiales opacos que recubrían la nave por materiales translúcidos, también se dotó de persianas motorizadas que dejan pasar más o menos luz, rejillas de ventilación natural, vaporizadores, suelo radiante y sistemas de aire caliente; que permiten modificar los valores de los principales parámetros climáticos: luz, temperatura y humedad. Jugando con estos valores podemos reproducir las condiciones climáticas de distintas regiones del planeta.
El palacio de Cristal tiene una superficie e 7100m2 subdivididos en cinco espacios, un crucero central de 2300m2 y cuatro espacios rectangulares de 1200 m2 cada uno en los vértices, destinados a invernaderos de exhibición de plantas de distintas regiones
climáticas: dos dedicados a plantas de clima tropical, uno a clima subtropical y otro a plantas de clima desértico.
¿Qué es un invernadero?
Un invernadero es aquel edificio con cubierta de cristal u otro material translucido, en el cual se protegen las plantas de las inclemencias del tiempo atmosférico. Dentro del invernadero se produce un incremento de la temperatura que tiene su origen en el llamado efecto invernadero. Los rayos de sol al atravesar un cristal u otro material translúcido, calientan los objetos que hay detrás y
estos emiten radiación de onda mayor (radiación infrarroja), atrapando energía dentro el invernadero al impedir el cristal la salida de parte de esa radiación infrarroja. Mediante paneles opacos podemos controlar la cantidad de luz que entra y con
aspersores, vaporizadores o estanques también se puede modificar la humedad relativa del aire. De este modo podemos modificar los parámetros de tres
de los principales factores que condicionan el crecimiento de una planta: la temperatura, la luz y la humedad; y reproducir dentro del invernadero distintos ambientes climáticos.
Los primeros invernaderos de los que se tiene noticia datan del período romano y su desarrollo va unido al de la tecnología de fabricación del vidrio, si bien los romanos en los primeros invernaderos de los que se tiene noticia no utilizaban vidrio, sino una roca sedimentaria translúcida: el yeso especular (lapis specularis), cuya principal zona de extracción estaba en los alrededores de Segóbriga, junto a Saelices, Cuenca.
Fuente: ‘Guía didáctica del Palacio de Cristal de Arganzuela’. Julio Carballo Gómez. Editado por el Ayuntamiento de Madrid, dentro de su colección ‘Biblioteca Digital’.