PASEOS BOTANICOS DE VISITARB: UNA TERAPIA DE LUZ PARA EL OTOÑO
Por Antonio Matamala. Texto extraído del vídeo con el mismo título, que puede verse aquí:
TRASTORNO DEL JET LAG
En el capitulo 2 de los sentidos de las plantas, hablamos de la luz y llamamos color a la cualidad visible o modo en que los objetos son capaces de reflejar o absorber las distintas longitudes de onda de la radiación eletromagnetica de la luz gracias a los distintos pigmentos químicos de los fitocromos de las células vegetales.
Y en el capítulo IV de la misma serie, Llamamos fotoperiodo al conjunto de procesos que permite a las plantas regular sus funciones biológicas (como por ejemplo su reproducción y crecimiento) utilizando el número de horas de luz que hay a lo largo de todo el año, según las estaciones y el ciclo solar.
Lo hemos visto en las plantas, pero también los animales y los humanos, poseen un reloj interno denominado “reloj circadiano” sintonizado con los ciclos del día y la noche y que nos dicen cuándo estamos cansados o nos sentimos enérgicos, cuándo comer o cuándo ir al baño…etc
Los relojes circadianos evolucionaron inicialmente en organismos uicelulares, antes de la división entre reinos animal y vegetal y protegían las células del organismo de los daños provocados por la radiación ultravioleta alta.
La percepción de la luz evolucionó a partir de los criptocromos, unos fotorreceptores comunes a plantas y animales y se escindió en dos sistemas visuales distintos que diferencian a las plantas de los animales.
Hoy día nadie pone en duda los efectos beneficiosos de la luz en la salud vegetal, pero son menos conocidos los efectos inductores de la luz en la reproducción en algunas especies animales, como en las cabras y ovejas a las que una disminución de las horas de luz (fotoperíodo) les provoca la ovulación.
O en las yeguas que necesitan un aumento del largo del día para iniciar la actividad reproductiva.
Sí que se conoce bien que las aves emigran impulsadas por la búsqueda de luz .
Y que además del fotoperíodo, que afecta la edad de madurez sexual y la frecuencia ovulatoria, también son relevantes la intensidad, la longitud de onda y la fuente de iluminación.
Sin embargo no vamos a detenernos en el modo como la explotación intensiva de aves o mamíferos maneja estas variables para aumentar la productividad. Lo que ahora nos interesa es observar algunos de los efectos de la luz en la emoción y afectividad humana.
Los humanos necesitamos la luz para que nuestro criptocromo, receptor de la luz azul, reajuste nuestro reloj circadiano. La luz provovará la secreción de testosterona y melatonina, que a su vez influirán sobre nuestra tensión arterial y sueño profundo. Los cambios fisiológicos mejorarán o empeorarán nuestra coordinación, la velocidad de reacción, nuestra fuerza muscular, etc.
El fenómeno de JET LAG también conocido como síndrome del cambio rápido de zona horaria, síndrome transoceánico, descompensación horaria, disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, es un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar largas distancias a través de varias regiones horarias, o si la hora cambia en verano e invierno.
El reloj interno de la persona tiende a prevalecer, por lo que, al viajar de este a oeste o viceversa, cualquiera sea la hora local, se trastocará el ritmo de sueño. El ciclo de sueño-vigilia depende de la percepción de la luz, y se produce mediante la secreción de la melatonina que se libera a través de la glándula pineal produciendo la somnolencia.
Cuantas más zonas horarias se atraviesan, mayores son las probabilidades de sufrir el jet lag y de que éste sea más intenso.
La persona se confunde menos si se viaja hacia el oeste porque un viaje hacia el oeste prolonga la experiencia del reloj corporal y distorsiona menos el ciclo día-noche. Sin embargo, si viajamos hacia el este supone viajar en el sentido opuesto al reloj corporal.
Entre los posibles síntomas provocados por el jet lag se encuentran la fatiga, cansancio general que es el más común de los síntomas.
Otros síntomas son los Problemas digestivos:
Vómitos y diarreas,
Confusión en la toma de decisiones o al hablar.
Disminución de la concentración y Falta de memoria.
Cambios de humor o Irritabilidad.
Apatía.
Una vez aparecidos los síntomas se precisan para recuperarse tantos días como zonas horarias se han atravesado cuando se viaja hacia el este. Y la mitad si se ha viajado hacia el oeste,
Trastornos afectivos estacionales
Además de los relacionados con el fotoperiodo y el reloj biológico circadiano existe otro fenómeno especialmente influyente en la salud humana y que tiene que ver con la intensidad de la luz que recibimos.
Seguramente quienes oigáis esto ya estaréis familiarizados con la moderna medición de la luminosidad. Sin embargo a mi me ha costado acostumbrarme a los distintos patrones de medida de la intensidad. Yo soy de los que, de niño, medían la luminosidad en bujías, luego en su consumo en Watios y no podía soportar las bombillas de 15 o 30 W porque me parecían tristes. Ahora no se habla de bujías, ni de velas, candelas o watios, sino de lúmenes, luz de una candela sobre una superficie de un pie cuadrado desde un pie de distancia …
Y si conseguimos la misma iluminación en 1 metro cuadrado (aproximadamente 3 pies) separando 1 metro la candela, tendremos el lux, equivalente por tanto aproximadamente a 10 lumen.
De todas formas mi intención no es iluminar vuestro intelecto con una tabla de conversión entre velas, candelas, watios, leds, bujías o luxes. Prefiero referirme a algo mas intuitivo, Por ejemplo, la iluminación en el exterior, en un parque en el que estamos paseando, puede variar de 120,000 lux de luz solar directa a mediodía, lo que podría causar dolor ocular, a menos de 5 lux en nubes tempestuosas espesas con la luna en el horizonte.
Incluso menos de un 1 lux para los casos más extremos), lo que podría crear sombras de luces callejeras lejanas pero todavía visibles.
Psiquiatria y psicología clínica son dos ciencias preocupadas por el Trastorno Afectivo Estacional, una patología frecuente cuya prevalencia se halla entre el 1 y el 10% de la población y que está directamente relacionada con la intensidad de luz que recibimos.
El TAE, como gusta nombrarse al trastorno, se define como la presencia de episodios depresivos mayores recurrentes en una época determinada del año con remisión total cuando es superada dicha estación.
En este caso, los episodios depresivos ocurren en invierno, con cambios a periodos de normalidad (eutimia) o manía en primavera o verano, es decir, el trastorno tiene una estrecha relación con los bajos niveles de luz solar y la baja luminosidad.
Por eso es más común en los países nórdicos (Finlandia, Dinamarca, Suecia y Noruega), aunque la prevalencia en una área geográfica concreta no solo depende de la cantidad de luz irradiada (duración y claridad). Ttambien existen otros factores como polución, nubosidad y la escasez de luz debido a la construcción, que la afectan.
Existen además otros factores que contribuyen considerablemente a su incidencia tales como el clima, la dieta, factores socio-culturales y genéticos y rasgos de personalidad de neuroticismo e introversión.
Los pacientes con TAE prefieren días fríos pero luminosos que días nublados calurosos, lo que sugiere que la temperatura es menos importante que la luz natural para el desarrollo de los síntomas.
El trastorno afectivo estacional es un trastorno caracterizado por alteraciones del humor comunes en la depresión (tristeza, ansiedad, irritabilidad, anhedonia, astenia, dificultad para concentrarse…)
Síntomas que suceden habitualmente en invierno y se resuelve en primavera.
Tambien suelen aparecer otros síntomas como el aumento del apetito, hipersomnia y aumento de peso.
El deseo sexual suele estar disminuido (39-40).
Por último, suele ir acompañado por dificultades en las relaciones interpersonales que conlleva una repercusión funcional en la vida social, familiar y laboral de los pacientes.
Causas:En su fisiopatología están implicados diferentes mecanismos tales como: la alteración del ritmo circadiano, la sensibilidad retiniana a la luz, el metabolismo anormal de la melatonina y la disminución de la secreción de neurotransmisores, sobre todo de la serotonina.
La base de los cambios en el estado de ánimo en los pacientes afectados por un TAE descansa sobre la hipótesis de una alteración del ritmo circadiano relacionada con la secreción de melatonina.
Esta hipótesis se apoya sobre la idea de que el TAE, con frecuencia, se inicia en otoño, época en la cual el periodo de luz solar comienza a disminuir.
Ademas los pacientes mejoran si se adelanta la producción de melatonina mediante una terapia lumínica realizada por las mañanas o si se administran al paciente pequeñas dosis de melatonina.
La serotonina es un neurotransmisor sintetizado en el cerebro, con acciones a su vez en los sistemas cardiovascular, renal, inmune y gastrointestinal. Ésta es sintetizada a partir del amino ácido esencial triptófano.
Los estudios demuestran que los pacientes con TAE tienen mayores niveles de triptofano en abril y mayo, mientras que este disminuye considerablemente al final del verano y principios del otoño, por lo que la fototerapia evitaría que disminuyese el nivel de triptófano y se mantuviese el de serotonina,
La serotonina regula el apetito y la satisfacción, y si falla esa regulación por su ausencia en los pacientes con TAE estos tienen mayor apetencia por carbohidratos porque aumentan la serotonina, como una especie de automedicación pero—-aumenta también su peso durante los episodios depresivos…. (y eso influye negativamente en su autoimagen).
Además de la serotonina, se han estudiado otros neurotransmisores que podrían estar implicados en el desarrollo de los TAE como la noradrenalina y la dopamina
y hormonas como el cortisol, tirotropina y prolactina.
Algunas evidencias sugieren que los pacientes con TAE tienen déficits en el procesamiento de la luz, por mal funcionamiento de la retina, llegando a desarrollar síntomas por la falta de una luz adecuada y respondiendo favorablemente a una iluminación intensa.
Hoy en día se disponen de eficaces tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos para la depresión que son fácilmente adaptables a los trastornos afectivos estacionales. Pero en nuestro caso nos interesa especialmente la terapia lumínica, por su relación al tema de los efectos de la luz en la vida emocional.
Está demostrado que la fototerapia disminuye significativamente la sintomatología depresiva tanto en trastornos afectivos estacionales como en no estacionales (44).
La dosis inicial de administración debe ser de 15-20 min al día y gradualmente ir aumentando hasta 30-45 min de exposición a 10000 lux (unidad photométrica) Esta dosis es suficiente para revertir los síntomas en la mayoría de los pacientes. La duración del tratamiento media debe ser de unas 2-4 semanas, ya que el efecto antidepresivo pleno de la fototerapia tarda unas 3 semanas en aparecer (46).
Los estudios sobre la hora de administración de la luminoterapia han encontrado resultados contradictorios. Como decíamos, parece que las sesiones por las mañanas producen mejores resultados que las administradas por las tardes.
Pero fijaros, podemos obtener mas de 50000 lux de luz en un dia soleado
No hay nada mejor para combatir la depresión y aumentar la serotonina como los alegres paseos botánicos por los parques o rutas naturales, en los que se estimulan todas las facetas cognitivas, sensitivas y emocionales bajo una luz intensa y acompañados de personas alegres y cariñosas.
Por eso te invitamos a que nos acompañes en auténticos baños de luz y color verde asistiendo a los PASEOS BOTANICOS DE VISITARB.
Gracias por vuestra atención