Diente de león. Texto de Emily Dickinson
El pálido tallo del Diente de León
asombra al pasto,
y el invierno al instante se transforma
en un infinito Ay de mí –
el tallo sostiene un pimpollo de señal
y luego una esplendente flor, –
la proclamación de los soles
que la sepultura pasó.
Emily Dickinson (1881)