Botánica y psicología positiva. El efecto Biofilia
Los paseos botánicos de Visitarb, un antídoto para el estrés y la ansiedad: El efecto biofilia.
Por Antonio Matamala, psicólogo.
Palabras clave: Psicología cognitiva y conductual, ansiedad y estrés, bienestar emocional, dendroterapia, biofilia, respiración profunda, relajación, desarrollo personal, mindfulness y optimismo inteligente.
La presente intervención se inscribe dentro del círculo de conferencias que anunciábamos y cuyo objetivo, como todas las iniciativas de Visitarb Madrid, no es otro que divulgar el conocimiento de los parques y zonas verdes de Madrid y facilitar el máximo aprendizaje sobre los árboles, de manera que reconociéndolos, individualizándolos y poniéndoles nombre incrementemos nuestro respeto hacia ellos.
Estamos viendo también que, tal como aseguran investigaciones científicas muy recientes, las plantas son seres sociales, que no actúan como un sólo organismo individual, sino que se desarrollan en comunidad, formando una compleja red de interrelaciones. Las plantas actúan más como una colonia de abejas o de hormigas, en lo que se viene denominando ‘emergencia’ y todos hemos quedado fascinados al descubrir cómo funciona esta red de redes, la Wood Wide Web, tanto en los bosques naturales como en las plantaciones creadas por nuestra civilización.
A lo largo de las distintas visitas, hemos podido conocer la forma de comunicación (emisión y descifrado de información, en este caso química) que utilizan las plantas entre sí y nos hemos sentido sorprendidos por cómo se prestan ayuda unas a otras, por ejemplo avisándose de peligros o depredadores, de su colaboración con otras especies para obtener un beneficio común, del intrincado entramado de servicios recibido de los hongos, de la forma tan personalizada como crecen, protegen y cuidan a sus” hijos”, curan sus enfermedades e incluso la pasión con la que luchan por obtener el mejor suelo y las mejores condiciones de sol y luz.
Sin embargo, puede que hayamos prestado poca atención a una interesante consecuencia que nuestros paseos botánicos está teniendo sobre todos nosotros. Me refiero a cómo, poco a poco, aún sin darnos cuenta, esa sorprendente comunicación química que hemos descubierto, no solo existe entre los seres vegetales de un hábitat, sino también de ellos con nosotros y de nosotros con ellos.
Es posible que muchos de nosotros ya hayamos echado mano de un fuerte y caluroso abrazo a un árbol, un medio gestual, no solo químico, de comunicación muy eficaz para expresar cariño, conmocionados por su robusto porte, su frondosa copa y la densa sombra y frescor con la que nos obsequia.
O que nos hayamos hecho fotos con el cedro gigante del parque del oeste, con el viejo castaño del Tiemblo… o con el Ginkgo del jardín de la Fuente del Berro… Pero estoy casi seguro de que todavía pocos de nosotros hemos valorado suficientemente el efecto tan beneficioso que estas “duchas de verde, floresta y relación” que “tomamos” en los parques está teniendo sobre nuestra salud física y mental.
Por eso me ha parecido interesante que nos detengamos en analizar cómo los árboles y plantas que estamos conociendo se relacionan con nosotros y cómo, al igual que hacen con ellos mismos, influyen en nuestro bienestar físico y psicológico ayudándonos a reducir el estrés y la ansiedad.
Antonio Matamala es psicólogo. Participa y colabora activamente en las actividades de Visitarb Madrid
Nota sobre la conferencia: Al final de la charla, se establecerá un coloquio en el que los organizadores plantearemos una serie de enclaves concretos de los jardines y parques de Madrid en los que a nuestro jucio reúnen condiciones perfectas para poner en práctica lo planteado en la conferencia.