PLANTAS, SABIAS Y CAZA DE BRUJAS EN TIEMPOS DE MAGALLANES - EL CANO
Actividad gratuita (hasta completar el aforo de 25 personas)
La vegetosfera(1) es la fuente primordial de fármacos y remedios en todas las civilizaciones. A lo largo de los siglos, las mujeres han jugado un papel fundamental en su descubrimiento, aplicación e incorporación al conocimiento humano.
A partir de necesidades prácticas, y mediante una tenaz observación y experimentación, las mujeres fueron encontrando las respuestas a partir de la identificación, recolección, clasificación y almacenaje de infinidad de sustancias de origen vegetal.
Frente a una realidad que les cerró siempre las puertas de todas las instituciones del saber reglado, las mujeres obtuvieron empíricamente un conocimiento botánico generalizable que les permitió poner en práctica remedios para el dolor, luchar contra enfermedades y mejorar las condiciones higiénicas de miles de generaciones.
Fue a través de la observación sistemática, el aprendizaje significativo y la enseñanza recíproca como consiguieron generalizar los usos, reproducir fenómenos a voluntad y construir conceptos y teorías demostrables. La ‘química de la cocina’ fue imprescindible para el desarrollo del cerebro humano.
En esta charla “Plantas, mujeres sabias y caza de brujas” queremos reivindicar el relevante pape que la mujer ha desempeñado en todos los periodos de la historia en el conocimiento de la naturaleza botánica, en el uso medicinal de las plantas y en la creación de una medicina popular que durante mucho tiempo fue hegemónica, prueba de su competencia y poder en el cuidado hacia los hijos, la familia y hacia sí mimas.
Frente a los conceptos negativos de hechiceras, herejes, diabólicas o impías expondremos las razones por las que preferimos los de visionarias, libres, investigadoras, inconformistas, valientes o ”agitadoras sociales” para dirigirnos a estas mujeres sanadoras.
Pasaremos revisión a las principales plantas que, a pesar de su gran toxicidad, desde tiempos prehistóricos han venido siendo utilizadas por mujeres médicas con éxito para revertir disfunciones orgánicas, promover la salud y crear “vuelos” de placer y cuyos principios químicos activos son actualmente conocidos, reproducidos en laboratorios y utilizados en medicina como poderosos fármacos.
Examinaremos también algunas de las razones por las que la misoginia llevó a una sociedad crédula e ignorante a perseguir, torturar, y quemar en la hoguera a miles de mujeres tras ser acusadas de falsas e irreales perversiones. Su indefensión fue patente ante juicios injustos practicados por tribunales tanto laicos como religiosos que sólo defendían mantener el poder de los ya poderosos: la Iglesia por su lucha contra el paganismo y el Estado y la Nobleza para no perder sus privilegios en un régimen feudal cuyo poder se apagaba.
Nos preguntaremos por los hechos que convierten la hechicería en brujería, el modo como la actividad mágica permitida en los siglos II y III d.J.C se convierte en el concepto de pacto diabólico que debe ser perseguido y castigado en los siglos XVI y XVII.
Tampoco olvidaremos referirnos a que casualmente toda esta cruel y desafortunada “caza, castigo y aniquilación” contra la mujer se inicia en la baja Edad Media, pero adquiere su particular virulencia ya en la “Edad Moderna”, justo a partir de 1484, con Inocencio VIII.
Quizás algún día encontremos la respuesta a la siguiente paradoja: ¿Cómo es posible que el Renacimiento, que pone en el centro de su visión cósmica al “hombre” y no a Dios, no fue capaz de colocar también en el mismo lugar central a “la mujer”? ¿O fue precisamente el deseo de ellas de volver a un “estado natural”, de libertad, expresión y goce personal lo que soliviantó a una mentalidad puritana y una sociedad teocrática?
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(1)Concepto que engloba todos ámbitos de la naturaleza relacionados con los seres fotosintéticos y ecosistemas asociados.